Descubren por qué la soledad debilita la salud

Siempre se ha sabido que cuando las personas se exponen a largos periodos de soledad tienen más riesgo de enfermarse que las que no (por ejemplo los adultos mayores que viven en soledad tienen un riesgo de muerte 14% mayor). Igualmente la recuperación después de una enfermedad suele ser más lenta en estos casos. Se creía que todo eso tenía que ver con temas psicológicos. Es decir, que la depresión o el estrés de los pacientes en soledad contribuía a debilitar el organismo. Pero eran sólo suposiciones. 

Una nueva investigación desarrollada por la Universidad de Chicago (EEUU) parece haber descifrado el misterio. Para empezar ha probado que las defensas del organismo bajan en los individuos que se sienten solos. Pero ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo "saben" las defensas del organismo que uno se siente solo? La clave está en "algo" que ocurre con los glóbulos blancos de las personas solitarias. 

La soledad física tiene un probado efecto negativo sobre las defensas del organismo (Imagen tomada de http://godhungry.org/)



Las fuerzas de seguridad del cuerpo

Todos tenemos glóbulos blancos (leucocitos) en la sangre. Los leucocitos son los "encargados de la seguridad", la "policía" del cuerpo. Apenas se detecta una infección, una enfermedad, una herida, los leucocitos van al "lugar de los hechos" (la herida o el lugar en donde están los virus o gérmenes) para atacar el problema o neutralizar al intruso. Pues bien, lo que los investigadores han encontrado es que los leucocitos más grandes (llamados monocitos) se debilitan en los individuos que están sometidos a situaciones de soledad no voluntaria. Es decir, las defensas del cuerpo se vuelven menos eficientes para combatir enfermedades o infecciones. ¿Pero por qué ocurre eso?

Una pequeñísima porción de sangre al microscopio. La figura central de color azulado es un monocito. (Imagen tomada de http://medcell.med.yale.edu/)

Analizando humanos y simios 

Los investigadores analizaron no sólo humanos sino también una especie de simios muy sociales (los monos rhesus) durante cinco años. Los humanos más solos fueron detectados a través de encuestas periodicas. En el caso de los monos, fueron identificados observando su comportamiento social. A ambos grupos se les aplicaban diferentes exámenes médicos que les permitieron llegar a sus conclusiones. 

Dos ejemplares de monos rhesus (macaca mulatha), una especie de simio muy sociable en la que se replicó el estudio aplicado a humanos (Imagen tomada de http://highlonesometours.com/)

En la orina de los simios más solitarios aparecían menores concentraciones de noradrenalina (o norepinefrina), un neurotransmisor que normalmente estimula la producción de glóbulos blancos. Si hay menos de esa sustancia se producen menos monocitos y por lo tanto las defensas son de menor calidad y luchan de manera menos eficiente contra las enfermedades.

Los investigadores quisieron probar su teoría e inocularon virus en un grupo de estos monos. Los que peor reaccionaron a la enfermedad fueron, justamente, los más solitarios. 


Lo que puede aprenderse de todo esto es que la compañía social no solo es importante para la prevención de los problemas de salud sino también para la curación de los pacientes

Más información

El estudio fue preparado por la universidad de Chicago. Más detalles en el siguiente reportaje del diario El País. clic aquí




Un artículo de contenidoweb.net para Clínica Urozen 


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