En el año 2002 se descubrió una extraña enfermedad que afecta a un porcentaje todavía no determinado de la población masculina. Los hombres que la sufren solo tienen síntomas después de haber eyaculado. ¿Qué sienten? Cansancio extremo, exceso de sudor, fiebre, diarrea, escalofríos, irritabilidad, alteraciones en el lenguaje (pueden empezar hablar de forma confusa), congestión nasal y ardor en los ojos. Los problemas pueden aparecer inmediatamente después del sexo u horas después, y tienen una duración variable: desde unas pocas horas hasta tres días. Los síntomas pueden ser tan molestos que afectan la calidad de vida de esta personas, además de generarles una relación de "amor - odio" con el sexo, provocando problemas de autoestima, de pareja y depresión.
A este raro síndrome se le llama POIS, que es el acrónimo en inglés para Post Orgasmic Illnes Syndrome o Enfermedad Post Orgásmica. Un estudio publicado recientemente en Países Bajos da algunos avances sobre el tema aunque, desgraciadamente, todavía no una solución definitiva.
¿Qué lo causa?
No se sabe con precisión cómo se origina. Lo que sí esta claro es que existen hombres que lo han padecido toda su vida y otros que lo han ido adquiriendo con el tiempo. La teoría más fuerte hasta el momento resulta de lo más frustrante para un hombre: Alergia al propio semen. Porque los síntomas sólo aparecen si hay eyaculación. Pero también se ha notado una posible relación entre la enfermedad y los niveles de testosterona del cuerpo.
Una segunda investigación, que se ha basado en los síntomas más que en las causas directas, cree que podría estar relacionada con una atrofia parcial en el nervio vago, pero también es muy preliminar.
El problema que enfrentan los investigadores es la "escasez de casos". Es decir, para poder estudiar en profundidad una enfermedad se necesitan varios casos para poder hacer relaciones estadísticas y encontrar patrones y definir líneas de investigación. Por ejemplo, notar que "a la mayoría de los pacientes les pasa esto pero no esto" o "la mayoría de los pacientes tienen estos antecedentes, etc" resulta muy útil para guiar a la ciencia por el camino correcto. El problema es que se conocen solo unos doscientos casos en el mundo, ¿Eso quiere decir que es una enfermedad minoritaria? No necesariamente. El hecho de que sus síntomas no sean tan obvios ni demasiado graves podría hacer que la gran mayoría de las personas que la padecen no la hayan reportado, por no considerarla tan importante, por vergüenza o porque sus propios médicos no le dieron importancia (ya que es una enfermedad relativamente "nueva").
¿Hay tratamiento?
Por el momento solo tratamientos experimentales, cuya eficacia aun no ha sido comprobada. Uno de ellas tiene que ver con suplementos de testosterona en dosis determinadas. Otro, con la aplicación de inyecciones que se basan en los propios fluidos seminales diluidos del individuo, como una forma de "domar" la posible reacción alérgica del cuerpo. De todos modos hay una "solución" infalible pero que nadie prefiere: La abstinencia sexual. Esperemos que la ciencia pronto encuentre respuestas para los hombres que padecen de este problema.
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A este raro síndrome se le llama POIS, que es el acrónimo en inglés para Post Orgasmic Illnes Syndrome o Enfermedad Post Orgásmica. Un estudio publicado recientemente en Países Bajos da algunos avances sobre el tema aunque, desgraciadamente, todavía no una solución definitiva.
¿Qué lo causa?
No se sabe con precisión cómo se origina. Lo que sí esta claro es que existen hombres que lo han padecido toda su vida y otros que lo han ido adquiriendo con el tiempo. La teoría más fuerte hasta el momento resulta de lo más frustrante para un hombre: Alergia al propio semen. Porque los síntomas sólo aparecen si hay eyaculación. Pero también se ha notado una posible relación entre la enfermedad y los niveles de testosterona del cuerpo.
Una segunda investigación, que se ha basado en los síntomas más que en las causas directas, cree que podría estar relacionada con una atrofia parcial en el nervio vago, pero también es muy preliminar.
El problema que enfrentan los investigadores es la "escasez de casos". Es decir, para poder estudiar en profundidad una enfermedad se necesitan varios casos para poder hacer relaciones estadísticas y encontrar patrones y definir líneas de investigación. Por ejemplo, notar que "a la mayoría de los pacientes les pasa esto pero no esto" o "la mayoría de los pacientes tienen estos antecedentes, etc" resulta muy útil para guiar a la ciencia por el camino correcto. El problema es que se conocen solo unos doscientos casos en el mundo, ¿Eso quiere decir que es una enfermedad minoritaria? No necesariamente. El hecho de que sus síntomas no sean tan obvios ni demasiado graves podría hacer que la gran mayoría de las personas que la padecen no la hayan reportado, por no considerarla tan importante, por vergüenza o porque sus propios médicos no le dieron importancia (ya que es una enfermedad relativamente "nueva").
¿Hay tratamiento?
Por el momento solo tratamientos experimentales, cuya eficacia aun no ha sido comprobada. Uno de ellas tiene que ver con suplementos de testosterona en dosis determinadas. Otro, con la aplicación de inyecciones que se basan en los propios fluidos seminales diluidos del individuo, como una forma de "domar" la posible reacción alérgica del cuerpo. De todos modos hay una "solución" infalible pero que nadie prefiere: La abstinencia sexual. Esperemos que la ciencia pronto encuentre respuestas para los hombres que padecen de este problema.
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- El último estudio publicado sobre este tema puede consultarse en este enlace (en inglés). Clic aquí
- Para documentación sobre esta enfermedad puede consultarse esta página preparada por su descubridor (en inglés). Clic aquí
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