La circuncisión en los niños

Todos los varones nacen con el glande (la cabeza del pene) "encerrada" en una capa plegable de piel llamada prepucio. Lo normal es que, a medida que el niño crece, el prepucio se vaya retrayendo naturalmente permitiendo que la cabeza del pene asome. Esto ya debe haber ocurrido a los cinco años de edad. Pero si pasa más tiempo y llega la pubertad y el glande no llega a "liberarse" de un prepucio cerrado, se dice que el individuo tiene fimosis. Esto puede ser un problema desde la adolescencia pues no permitirá una adecuada higiene en el pene, causará erecciones problemáticas y dolorosas y puede traer problemas en su vida sexual. Para los casos de fimosis, lo más recomendable es la circuncisión. 




Pero evitar la fimosis no es la única razón por la que los niños son circuncidados en varias partes del mundo. En nuestro país se ofrece esta opción incluso para los recién nacidos a fin de facilitar la higiene del niño durante sus primeros años de vida , disminuir el riesgo de que el niño contraiga infecciones urinarias (que es más alto en el caso de los niños no circuncidados) y adelantarse a posibles problemas en su vida adulta. Eso sí, tenemos que aclarar que la circuncisión no es obligatoria. Un hombre puede vivir perfectamente sin circuncisión (siempre y cuando no tenga fimosis adulta) con tal de que practique una higiene adecuada (se asee el pena retrayendo el prepucio y lavandolo por dentro) y sea cuidadoso en su vida sexual. Pero de todos modos esta intervención puede facilitarle las cosas, no solo cuando sea un hombre mayor, sino también en su etapa infantil. 

La intervención es niños es relativamente sencilla y tiene muy bajos riesgos. Consiste en cortar y retirar el prepucio para dejar la cabeza del pene permanentemente descubierta. Se usa anestesia local y requiere de ciertos cuidados un par de días después de la misma, pues el tejido de la zona cicatriza con rapidez. 

Entre las ventajas de esta intervención están: 

  • Un menor riesgo de contraer infecciones urinarias en la vida infantil
  • Un menor riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (Pero, ojo, no las evita, solo que estas dolencias son ligeramente más frecuentes entre los no circuncidados que entre los que sí lo son), incluyendo sífilis, gonorrea y hasta VIH. 
  • Un menor riesgo de padecer cáncer de pene disminuye. 

Entre las desventajas reportadas, especialmente entre algunos hombres que se han circuncidado en edad adulta, están una posible disminución de la sensibilidad sexual.



Un artículo de contenidoweb.net para Clínica Urozen 


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